Nosotros Filipinos somos hispanos

Por José Mario “Pepe” Alas


Publicado el 12 de octubre 2018



En la empresa donde trabajo en la actualidad, me alegro mucho de que tenga muchos compañeros de oficina que hablan esta “lengua de Dios”. Hay númerosos hispanohablantes aquí, tanto latinoamericanos como filipinos. Tal vez más de 100, diseminados en varios departamentos. Y en los ascensores, los pasillos, en las despensas y comedores, y hasta los servicios de nuestro edificio uno se oye este lenguaje muy sonoro frecuentemente. Pero lo que es realmente encantador es que muchos de estos compañeros míos que hablan el uno al otro en español son filipinos.

Esto es hogar. Al menos, desde un punto de vista histórico.

Este “fenómeno” es único no sólo en mi empresa sino en otras empresas de BPO (que en inglés significa “business process outsourcing” o la externalización de procesos de negocios) que requieran el español como necesidad de trabajo. Por alguna extraña razón, nuestro ser “enanos” en la economía mundial resultó ser una bendición para nosotros porque la presencia de estas BPOs abrió muchos puestos de trabajo (es que para los inversores extranjeros, el costo de la mano de obra en Filipinas es barato, y esto equivale a reducción de costos para sus empresas). Pero más que eso, el auge de las empresas de BPO allanó el camino por el renacimiento del español.

Aunque muchos de las oficinistas filipinos en estas BPOs estudiaron nomás este lenguaje en varios institutos como el Instituto Cervantes de Manila y la Universidad de Filipinas, no se puede borrar el hecho de que este lenguaje histórico se está hablando una vez más en nuestro país donde realmente pertenece. Nunca debería haber sido eliminado de nuestro país en el primer lugar.

La nueva generación de filipinos hispanohablantes hoy en día habla español “artificialmente” debido al hecho que muchos de ellos lo aprendieron nomás. Hoy en día sólo unos pocos filipinos lo hablan como su lengua materna. Sin embargo, estos hechos no deben quitar esta gran alegría nostálgica de oir de nuevo el lenguaje de nuestros antepasados y héroes.

Algunos sectores podrían dar a las críticas que los filipinos que estudian español hoy en día lo hacen sólo por motivos económicos. ¿Y qué? De todos modos la razón de esto es que las principales empresas en Filipinas, las que pertenecen al sector de las BPOs como los servicios telefónicos de atención al cliente o “call centers”, pagan sueldos más altos a los que hablan español en comparación con aquellos que sólo hablan inglés. Eso no debería ser un problema. Buscar una vida mejor es un derecho y una necesidad. Y es comprensible que muchos de estos filipinos no se preocupan por su pasado hispánico. La discusión de la historia y la cultura de filipinas son por lo general para los sabios, no para las personas ordinarias. Pero a la larga, pronto entenderán y descubrirán la verdad. La verdad histórica es inevitable. Es que la lengua española es como la “píldora roja” en la película estadounidense “The Matrix”. Esta píldora permitirá a los filipinos a conocer la verdad sobre su pasado y su identidad.

En nuestra época el español en Filipinas está en una situación en la que todos ganan. Verdaderamente, el español está vivito y coleando en estas islas. =)

“No quiero que el español muera en Filipinas”, dijo Enrique Zóbel, padre del Premio Zóbel. No se preocupe, Don Enrique. El español no está muerto. No importa que, NUNCA morirá. Ahora es un renacimiento. Y aun estamos parte del mundo hispánico.

Con el lanzamiento de este sitio web en este sacro Día de la Hispanidad, nosotros filipinos afirmamos aún más nuestra Hispanidad en línea. Nosotros filipinos somos asiáticos e hispanos a la vez, lleno de orgullo filipino. Español es nuestro lenguaje. Hablamos con Dios por medio de la Cruz que fue traída aquí por Fernando Magallanes. Celebramos este maravilloso día junto con nuestros hermanos del mundo hispano, mientras todos agradecemos a nuestra patrona y guía, La Virgen del Pilar. Y la historia de nuestro país (bajo de nuestra Madre España) es la raíz de nuestra identidad. Somos asiáticos hispanos, lleno de orgullo filipino. Y tenemos esta sencilla declaración: si no somos hispanos, entonces no somos filipinos. Hoy, ¡orgullosamente anunciamos un renacimiento maravilloso!

Hemos dicho.

¡FELIZ DÍA DE LA HISPANIDAD! ¡Salud y mar de perlas!